martes, noviembre 29, 2005

Bueno, supongo que no corre tanto por el plano de decirte hola o ignorarte cuando te véa, sino en poner todo mi empeño para sobrellevar una conversacion que tu de inicio no quieres seguir y en la cual respondes con una cachetada moral a cada respuesta que consigo arrancarte indignamente (Y aún sigo poniendome el cinturón de púas que me diste, solo para complacerte). Tragico nudo para el planteamiento de nuestra historia, lo importante es que el desenlace viene cuando tu lo kieras, cuando yo lo propicie y decidamos definitivamente volver hacia otro lado la mirada y decir la voz de un Te quiero o Te perdono introspectivamente hasta que la resonancia se pierda en nuestras profundidades activando la maquinaria de indiferencia que hace que nos nos ignoraremos mutuamente cuando nos veamos, y no nos volvamos a decir Hola jamás.